Destruir las instituciones
Francisco Rivas
Expansión Política
No existe un país exento de corrupción, hasta en aquellos considerados ejemplo de respeto de la ley -como los escandinavos, Alemania, Japón, Corea, Australia- han tenido casos probados de corrupción.
Lo que hace diferente estos casos al resto del mundo es, por un lado, la excepcionalidad de hechos probados de corrupción, que en la vida cotidiana no son abiertamente visibles y que los mecanismos establecidos para investigar, perseguir y sancionar cualquier mal uso del poder funcionan.
Es decir, la corruptela cotidiana no es normal y una vez detectada, existe la independencia necesaria para que la institución responsable construya los casos y/o imponga los castigos proporcionales.