Menores en garras del crimen organizado
Rocío M. Naveja Oliva
El Universal
El crimen organizado se identifica como una actividad ejecutada, estructurada y planificada por más de dos individuos que la realizan, afectando bienes jurídicos del estado y bienes jurídicos individuales. Ante la creciente expansión del crimen organizado, resulta indiscutible el reclutamiento para fines delictivos de niñas, niños y adolescentes1; al identificar las ventajas empleando menores que son juzgados bajo una normativa más laxa, además de ser manejables y fáciles de coaccionar, al desempeñar funciones de apoyo, como ser cocineros, cargadores, mensajeros, espías, o incluso combatientes. Leer más.