Los controladores del caos en incertidumbre
Oswaldo Morales González
El Universal
En el Hombre que fue Jueves, Chesterton escribe uno de los mejores diálogos para entender la naturaleza del servicio policial. En una discusión sobre poesía y caos, Syme –el policía poeta– le explica a Gregory –el anarquista poeta– que el asombro y el beneplácito debería colocarse en los esfuerzos que realizan las personas cotidianamente por controlar el caos y la incertidumbre que nos rodea, en vez de situarse en la destrucción que algunos ejercen.
El policía poeta dice “el caos es imbécil…lo poético es que las cosas salgan bien… que el tren (a pesar de las variables que no se pueden controlar) llegue en tiempo a la estación”. Eso mismo esperamos de la Policía, desde un enfoque democrático le hemos dicho que debe contribuir a mantener el orden y la paz social y enfrentar los miles de variables que, minuto a minuto, se combinan para que lo asombroso sea el caos, la inseguridad. Leer más.